Los Centros educativos de las Esclavas de la Inmaculada Niña tienen su origen en la inspiración carismática recibida por el P. Federico Salvador Ramón y la M. Rosario Arrevillaga, quienes a principios del siglo XX fundaron esta congregación religiosa.
Con el fin de favorecer el desarrollo integral de niños/as y jóvenes les ayudamos a vivir con plenitud su identidad y potencial desde la novedad y ternura del Evangelio expresada en la Divina Infantita, a través de Colegios, Escuelas-hogar, Centros de menores, Residencias, Obras socioeducativas y colaboración en red con Parroquias y otras Instituciones.
PADRES FUNDADORES
PADRE FEDERICO SALVADOR Y RAMÓN
El día 9 de marzo de 1867 nació Federico Salvador y Ramón, de Doña Francisca, natural de Almería, y Don Francisco, que era de Instinción (Almería).Fundador Era un buen estudiante que ingresó en el seminario a la edad de 18 años. Allí, fue muy querido entre sus compañeros y se distinguió por su amor a María y a la Eucaristía. Fue ordenado como sacerdote el 20 de diciembre de 1890. El 20 de abril de 1895, fiesta del Buen Pastor, Federico tuvo una experiencia carismática vocacional en la que se sintió llamado por el señor Para realizar una función específica en el Pueblo de Dios. Desde aquel momento, vivió su vida de una forma nueva: A LA ESCUCHA del plan de Dios para él y para todos los hombres y DESEANDO SERVIR a Jesús Siervo, y en Él a todos los necesitados. Providencialmente, Federico viajó a México y allí, este joven misionero que había recibido el carisma de la esclavitud Mariana, se encontró con Rosario Arrevillaga, fascinada de amor por la Inmaculada Niña. De esta unión profundamente espiritual nació la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña, el 23 de febrero de 1901. Murió en S. Diego (Baja California) el 13 de marzo de 1931.


MADRE ROSARIO ARREVILLAGA ESCALADA
El día 12 de Noviembre de 1860 nació Rosario Arrevillaga en México. Sus padres, Marcos y Guadalupe rezaban todos los días el Rosario pidiéndole al Señor que les concediera una hija. Rosario, poco a poco, fue descubriendo la persona de Dios como verdadero Padre. El 7 Octubre de 1880, al recibir como regalo la imagen de la Inmaculada Niña, Rosario tuvo una experiencia carismática. Desde este momento Rosario contemplaba toda la realidad creada por Dios de una manera nueva, el Espíritu le dio UNOS OJOS NUEVOS, UNA FUERZA NUEVA, PARA PENETRAR LA PROFUNDIDAD DE TODAS LAS COSAS y vibrar ante lo inocente, lo sencillo y lo amable que veía reflejado, especialmente, en los niños más pobres. Providencialmente, Rosario, que había recibido el carisma de la Infancia Espiritual, se encontró con Federico Salvador, un joven misionero español fascinado por el amor de Dios y su plan de felicidad para todos los hombres. De esta unión profundamente espiritual nació la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña, el 23 de febrero de 1901.