“SOMOS ESPERANZA”
Amor/Valentía

La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de las
pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan
el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen
la vida más bella y digna.
(FT.55)

SALUDO

Comenzamos este curso, deseosos de normalidad a la vez que llenos de curiosidad y expectación por descubrir qué nos ofrece el nuevo año.

La experiencia de “aislamiento” de los dos anteriores nos ha hecho plenamente conscientes de que SOMOS personas sedientas de encuentro, que anhelamos colmar nuestro corazón y necesitamos vivir en salida hacia el otro, disfrutar con los demás de lo que hemos recibido y de lo que juntos vamos creando.

Es como si hubiera una “apertura” en cada uno de nosotros que hace que siempre esperemos algo más que vaya colmando nuestra ESPERANZA de plenitud. Esa misma “apertura” nos hace salir de nosotros mismos, de nuestras pequeñas seguridades, para buscar lo que esperamos a la vez que para cooperar a que otros encuentren también lo que esperan, SOMOS ESPERANZA, somos buscadores de aquello que sabemos saciará la sed de amor y plenitud.

Y por eso Jesús nos invita a ponernos “en camino -sinodal- hacia la otra orilla” (Mc 4, 35), sintiéndonos parte de la gran fraternidad universal, es decir juntos, como hermanos, que eso significa la palabra -sinodal-, tan utilizada por el Papa Francisco para referirse a la forma circular de relación y organización propia de Dios, que abraza a todos en equidad, sin dejar a nadie fuera.

Nos invita a embarcarnos con Él y junto a otros en una nueva aventura “ponernos en camino” con una dirección fija “la otra orilla”, para acercarnos, conocer, encontrarnos e integrarnos con otros, también con aquellos que no experimentan esperanza, para sentirnos parte de un círculo mayor que siempre enriquece, embellece y dignifica.

Pero, qué es la orilla sino tierra bañada por el agua del mar, de un lago, de un río… Pasar a la otra orilla implica mirar un poquito más allá de la orilla en la que ya nos encontramos y estar dispuestos a navegar, a disfrutar de una travesía por el agua, el agua que baña tanto mi orilla como la otra y me hace sentir que hay algo común que me une al otro lado, que formo parte de algo mucho más grande que yo mismo/a y que quizá allí, con otros, con otras y con el Otro, pueda saciar eso que espero, eso que esperamos.

Ábrete a la esperanza que te pone en camino, ¿qué esperas encontrar en la otra orilla? Seguro que la realidad supera tus expectativas. No permitas que nada ni nadie estreche tu horizonte. Anímate a subir al barco y navegar. No vas solo, van también otros barcos que se dejan sostener por las olas del mar. Y cuando pases por momentos de tempestad no olvides acallar los miedos y “despertar” con confianza a quien siempre hace que llegue la bonanza y llegues a buen puerto.

Que durante todo el curso la Divina Infantita te llene de amor y valentía para aprovechar “la capacidad cotidiana de ampliar tu círculo” (FT.97) y “crear nuevos vínculos desde la intimidad del corazón” (FT.88) que hagan sentir a todos que “SOMOS ESPERANZA”.

Equipo Directivo